recto y brazos. Pero al viejo no le gusta el diván: en él se hunde, no hay firmeza, es para la blanda gente milanesa. -Le gustan los rascacielos, ¿verdad? -preguntó Andrea cuando le vio instalarse allí por primera vez-. ¡Son espléndidos! Empiezan a iluminarse huecos en los incontables pisos: en el rascacielos de la Piazza della Reppublica y en el famoso Pirelli, con su perfil como proa de navío. Pero no
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INSTALAR - Colocar algo en un lugar para que preste cierto servicio, poner a alguien en un lugar para que viva en él