¡ Tonterías! Salvatore me lo pusieron, quien fuera; Bruno me lo hice yo, es mío... ¡ Brunettino! --concluye el viejo, susurrando, paladeando el diminutivo y pensando en la fuerza de su buena estrella, que inspiró la decisión de Andrea. Hasta le parece, mirando esos ojitos ahora pícaros, como si el niño lo comprendiera todo. ¿ Y por qué no ? ¡ Todo es posible cuando sopla el buen viento de la suerte! Tímidamente avanza un
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INSPIRARII - Producir en el ánimo una idea, propósito o sentimiento