maligno acerca de la madre, edípica viuda, exhibicionista insoportable de un dolor que pretendía ser ejemplar. --Sólo quiere ver a María, que siempre ha sido su favorita... --continuó. Le pareció que Genoveva no esperaba respuesta y prefirió callar. Además, tenía la boca seca y la urgente necesidad de alcohol le nublaba la vista. Necesitaba hacer algo. Levantarse, no. Acercarse a la botella y al hielo, no. Los músculos se resistían, entumecidos