servía hizo un gesto como diciendo que bueno, que le parecía muy bien. Pero todos supimos que había entendido. Ni un músculo se alteró en su noble rostro impávido; sólo sus ojos se entristecieron; aquellos ojos que habían sabido recorrer las rutas de la historia buscando el porqué y el con qué del destino de la patria, aunque ahora los revisionistas insinúen que no fue él, que se lo insinuó Onésimo Redondo; aquellos ojos predestinados, digo, que habían sabido penetrar
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RECORRER - Atravesar un espacio por toda su extensión