y abre violentamente la puerta del baño. Si su hijo no sabe domar a esa mujer, él le enseñará. Pero la puerta siguiente en el pasillo, con su rojiza luz por la rendija, es la de Brunettino. Se detiene ante ella un instante; justo el necesario para que estalle en la casa el grito. Un grito, sí; violentísimo, aunque sofocada la voz: -¡Calla! ¡Calla o te aplasto! «No sería capaz»,
SON:099.32
DETENERI.1 - Hacer que [algo o alguien] deje de moverse, de avanzar.