, mientras le untan una crema contra las irritaciones. « ¡ Ni que su culo fuera la cara de una moza! », piensa el viejo, indignado además porque la mujer le pasa el dedo pringoso entre las nalguitas y se detiene en el centro. «¡Ahí no se toquetea a un hombre! » Menos mal que el niño, para demostrar sin duda que tales caricias no amenguan su virilidad, la vuelve a poner rígidamente de manifiesto. «¡No puede
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DETENERI.1 - Hacer que [algo o alguien] deje de moverse, de avanzar.