Texto contextualizado: |
pesar de la palidez cadavérica de su rostro. Las llamaradas de las velas alcanzaron entonces una luminosidad de fogata, danzaban sobre el brocado de los muros agigantando su trama, parecían querer descifrar el dibujo misterioso del tejido, traducirlo, darle un color palpitante, inesperado; nunca fue tan bella la biblioteca como en ese instante. --No mires mis ojos --dijo él en un tono imperioso. Vi uno de sus ojillos brillar entre las arrugas. El párpado izquierdo colgaba |
DIE:150.14 |