En cierto modo, este lenguaje escatológico de colegiales en medio del pantano, me levanta el ánimo. Los gringos han venido a desacralizar la guerra. ¡Cuánto frío en las piernas, cómo cala esta cochina agua de río!, por eso los norteamericanos resultan saludables con su lenguaje grosero, salpicado de mentadas de madre, exento de filosofías y de idealismos. Lo hacen a uno bajar a la tierra, el frío es mierda, el lodo es mierda y el café que