de la ceremonia confesional, casi siempre insatisfactoria, la mujer había de verse perpetuamente abocada a tratar de entender lo que el hombre zanjaba sin tantos miramientos. Como ejemplo de la menor coba que se daba al penitente masculino, puede servir la anécdota siguiente, que hace poco me ha referido uno de ellos: Por los años cincuenta, en la Iglesia del Buen Suceso de Madrid, un curita benévolo había optado por dar la absolución a los hombres sin preguntarles nada,
USO:111.10
SERVIRII - Ser útil, valer [para un determinado fin]