deben de ser los asesinos, porque no creo que cometan el error de anunciar su visita --dije yo. Y como sea que un peligro incierto sobrecoge más que uno real y que no hay ruido más inarmónico que un timbrazo, opté por responder a la llamada y, a tal efecto, pulsé un botón que había a mi derecha, pegué los labios a la rejilla del micrófono, introduje la lengua por las estrechas hendiduras y pregunté: --¿Quién va? --
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OPTARI - Decantarse por una opción entre varias posibles