lame más que una franja de tierra entre las vías y la línea de los árboles, soldados alemanes; otros pocos se apeaban de mi mismo tren. Y he aquí que yo también, no sé por qué, era soldado alemán y vestía el uniforme de la Wehrmacht (tenía yo 20 años, como en una gran parte de mis sueños; en otros tengo 14, rara vez otra edad). Mientras los otros recién llegados se detenían en el andén, saludando