lo visto, al médico en el dialecto milanés. «¿Cómo se puede confiar en un tipo así?», pensó el viejo en cuanto le vio aparecer por la puerta, en la mañana de ayer. El tal médico vestía de anuncio y estaba peinado como en las fotos de la famosa peluquería de ladrones en la vía Rossini. Dejó un rastro de colonia por el pasillo al avanzar con su cartera de mano, de un cuero blando nunca visto mostrando en el