más ladrona. Por sus malas acciones. Ay, qué ganitas tengo de perderos a todas de vista. Ay, qué destino el mío. Ay, ay, ay. PALOMA.- Déjate de quejidos, que, vestida así, parece que vas a salir por peteneras. MONTSERRAT.- Comprendo tu reacción y la disculpo. ROCIO.- ¿Encima? MONTSERRAT.- Y para que veáis mis buenas intenciones voy a traer de mi habitación unas delikatessen.