cama? ¿Tan viejo me piensas? Ella ríe gozosamente ante su encrespamiento. -Vamos, hombre, enferma como estoy... Anda, acuestate, aunque sea vestido. Si te durmieras encima te quedarías frío. El hombre sigue vacilando: ¡ No le cuadra eso de meterse en la cama con una hembra así para nada! Es como tirar de navaja y no clavarla... Pero ella encuentra el argumento que le decidirá: -No tengas reparo, ya te