No, Claro que no. VICTOR JOVEN.- Supongo que más de una vez te sentaste a escondidas en el despacho del viejo, hinchado como un pavo, imaginandote que algún día iba a ser el tuyo y que pronto usarías los teléfonos y los timbres para dar órdenes y dirigir el aparato, con la bandera detrás de tu cabeza para las fotos en color. VICTOR.- Jamás hice tal tontería. VICTOR JOVEN.- Pero últimamente las cosas se han torcido