cuando, de pronto, necesitó ir al retrete. Al rato, oí su caída. Por suerte, le dio tiempo a descorrer el pestillo. Entré y le acosté en mi cama. -Necesita un médico. ¿ Me permite usar su teléfono? -Ya le ha visto uno que vive aquí cerca. Su padre ha sufrido una hemorragia y está débil. El doctor le ha puesto una inyección y confía en que pronto recobrará el conocimiento. Entonces podrá usted llevárse