la tele --nos explicó--, la clientela se esfuma. Recordé, no sin nostalgia, que aquella noche retransmitían el España-Argentina. Otra vez, pensé, será. Capítulo vigesimoprimero TODO SUBE COMO la autopista estaba despejada, el coche tiraba que era maravilla y la Emilia se reveló como una avezada conductora, aunque agotada por las emociones del día, por una noche pasada casi en vela y, sin ánimo de fanfarronear, por el tute que nos habíamos pegado unas horas antes