Texto contextualizado: |
dejar de ser catedrático del Seminario, profesor del Seminario, quiso mi prelado, el Cardenal Ilundain, que fuese yo también profesor de religión en la Escuela, casi acabada de formar o de perfeccionar, de Peritos Industriales, en donde tenía también cinco cursos diarios, desde el año treinta y seis hasta el año setenta. Y también han pasado por mis manos, calcule usted, cuántos y cuántos centenares de chicos formados por mí en cuestión religiosa. De manera que he sido |
SEV:226.01 |