»Allá fueron a pasar el fin de año todo el grupo. El camino estaba libre el día que subieron y las laderas sólo estaban cubiertas por una pequeña capa de nieve. Dejaron los coches en el pueblo más próximo y continuaron el camino a pie. Pero una pertinaz tormenta de nieve azotó, de forma inesperada, el lugar a lo largo de los días siguientes. Cayó la nieve incesantemente, el camino se borró y el refugio quedó aislado. Las previsiones para aquel