de cansancio, mirabas hacia el suelo y vestías de cualquier manera. No te habías preparado como para una fiesta. Pero a mí eso no me importó, pues, viendote en aquella penumbra que te envolvía, me pareció que soportabas una especie de maldición. Por primera vez temí que pudieras condenarte de verdad. Entonces, cansada ya de tantos padrenuestros inútiles como había rezado por ti, se me ocurrió hacer un trato con Dios. Le ofrecí mi vida a cambio
SUR:022.20
SOPORTAR - Ser una cosa el apoyo de otra (por ext. padecer un sufrimiento)