loslos. En un momento dado se había llegado al punto en el que ambos sabían perfectamente in pectore cuál iba a ser el lugar de encuentro exacto en que iban a alcanzarse las mutuas concesiones, el límite preciso en que iba a situarse la paz en el papel (y ambos sabían también hasta qué punto iba a ser papel mojado); pero Kissinger tenía que presentar al pueblo norteamericano aquel tratado, no ya como un acuerdo conseguido con los vietnamitas, sino