--Hoy es día de aventuras. Saldré a hacer averiguaciones. Con el mayor de los sigilos, avanzó por el pasillo hasta situarse detrás de un radiador, desde el que se dominaba toda la antesala. El escondite era tal vez demasiado peligroso, porque sólo cinco o seis metros le separaban de Carmina y Fagin, que estaban apoyados en la puerta principal y tenían las caras muy juntas. Agus estuvo a punto de echarlo todo a perder cuando fue a esconderse