lleváramos la cara pintada", me dijo. Más aún: Sara Noriega abrió su tienda de zapatos en el momento en que ellos pasaban, y se espantó con la palidez de Santiago Nasar. Pero él la tranquilizó. --¡Imaginese, niña Sara --le dijo sin detenerse--, con este guayabo! Celeste Dangond estaba sentado en piyama en la puerta de su casa, burlandose de los que se quedaron vestidos para saludar al obispo, e invitó a
CRO:103.01
IMAGINARII - Crear, inventar o figurar [algo] en la mente