la le advertía al mecánico mientras se alejaba contento, dueño del terreno: "¡Allí te la encargo, al rato vengo a darle su vueltecita!" Los trenistas pasaban entre los botes de chapopote, los montones de estopa, saltaban el balasto con la alegría retozona del que reconoce su casa; sorteaban los envases vacíos, las cajas desvencijadas, los fierros torcidos, el cochambre. Cierto que no todo era limpio, el balasto yacía cubierto de porquerías, de cosas
DIE:065.21
SALTAR - Levantarse con impulso para caer en el mismo sitio o en otro