frente; y un fuego rojo en los labios suaves y bien delineados; y un fuego de oro que envolvía todo el rostro y cada fuego de su rostro. Fuegoluz de oro que Francesca desprendía gozosa y que como lumbre con chispas salpicaba el rostro de Jano, aquella otra fogosidad que el alcohol había llevado hasta sus venas. Más tarde, en su concentración, vio como dos fogonazos: uno de sangre y otro de nieve. Recordó el vino rojo que había bebido por
CAR:113.17
SALPICAR - Saltar un líquido u otra sustancia esparciéndose