comisarías y el hijo del abogado ha estado muy contundente en favor del retenido. «Esto es para reblandecerme», cavila el viejo contemplando la batea sobre la mesa y preguntandose si el café contendrá alguna droga. Al fin decide beberselo: «Estos no son tan científicos. Es el truco de siempre: primero las finuras y después vendrán las bofetadas... Lo único que siento es pasar la noche encerrado. Tengo idea de que mi misión es por la