parecía azulado con la claridad del amanecer. Por primera vez me dirigía a la que había sido tu habitación. En ella, un escarabajo de noche se hacía el muerto. Había quedado rezazado y, sin darme cuenta, lo pisé. El leve crujido de su cuerpo me provocó una repugnancia sin límites y una lástima absurda. Pensé que era el único habitante de tu dormitorio. Allí no quedaban más que los residuos que Emilia no había tirado aún a la basura.
SUR:043.09
PISAR - Apoyar la planta del pie sobre el suelo o algo depositado sobre éste