Giz, residen todavía varios primos de la fallecida, así como una sobrina que había vivido con ella algún tiempo. Ninguno de estos parientes ha podido explicar los motivos por los que la mujer vivía en la miseria, a pesar de poseer más de doscientos millones de pesetas en dos cuentas bancarias. Tan solo algunos de sus parientes más lejanos han recordado que era "muy tacaña", y alguno ha insinuado que la cantidad de dinero propiedad de la mujer podría ser menor de