. Es seguro que ha de pasar un año hasta que se vuelva a producir una botadura. No obstante, el lanzamiento del patrullero P-74 "Atalaya", último de una serie de cuatro encargada por la Armada española, se realizó a la hora prevista y con absoluta normalidad, si exceptuamos los silbidos que en algún momento, cuando se bendecía el casco, se oyeron procedentes de los trabajadores concentrados. Quizá esta presión ambiental o algún otro motivo indujo al capellán castrense