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30 kilos de cocaína, y en el aeropuerto de Madrid-Barajas fueron recibidos por el confidente -Ramón de Temple- y el agente encubierto, Vicente Domínguez". La acusación explica que, una vez pesada la cocaína, el confidente se quedó con tres paquetes, de un kilo cada uno, aproximadamente, "convenido con los mandos, por su trabajo". En fuentes de la defensa aseguraron que Teófilo Castellanos, quien fue posteriormente detenido junto con el resto de narcotraficantes y que |
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