De regreso hacia la celda del monje endiablado pregunté a la Emilia si ella, a su vez, había encontrado algo que a su entender resultase interesante o divertido. --Sólo una cosa --dijo-- me ha chocado: la despensa está por completo desprovista de comestibles, pero, en cambio, he encontrado hasta doce cajas de tónica Schweppes. --Ya es mala suerte --exclamé, pensando en la bacanal a que habría podido entregarme si en vez de la bebida