antropológico más desvergonzado que el de decir que en América hubo fusión de pueblos o de razas. Y la falacia está en no distinguir entre fusión y mestizaje y pretender colar lo uno por lo otro. La fusión, si se me admite como término preciso, comportaría una reciprocidad, una bilateralidad, en cuanto al sexo de las uniones mixtas, tal como la que el jeveo Hamor, en nombre de su hijo y de su tribu, propuso a Jacob-Israel, tras el rapto