Texto contextualizado: |
que ya habíamos visto en el vestuario que aparece reseñado en los capítulos precedentes. Corrí hacia la escalerilla metálica por la que el individuo efectuaba lentamente su descenso, entorpecido por las botas de pocero que calzaba, llegué antes de que lo concluyese, lo agarré por los tobillos y tiré con fuerza. Se dio un morrón tan grande que se rompió la escafandra como si hubiera sido un botijo, dejando al descubierto no la faz hirsuta, malévola y cejijunta de un bandolero, sino |
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