- Cuando os he dicho mi nombre, ya lo conocíais. ¿Por qué? MONTESECCO.- Casualidades de la vida. Vos y yo teníamos que vernos mañana en Florencia para un asunto muy importante. No, no os asombréis, el asunto es secreto, pero no para unos cuantos. Y entre esos cuantos estamos vos y yo. No creo que este encuentro inesperado altere en nada nuestros planes. Pero si lo creéis así, me voy por donde he venido