MAFFEI.- (Intentando otro camino.) No pienso ahora en nuestra sagrada misión ni en el tiempo que corre en contra nuestra. Pienso en ti, en tu vida y en tu salvación. Tú, que tantos crímenes has cometido, que te vanagloriabas de ello, ¿por qué retrocedes ahora ante una acción tan limpia de culpa? ¿Quizá no te atrae, como tú piensas, la violencia, sino el mal? Piensa también en ti mismo. No pienses