, un farde insólito. Entrar así, sin más, y, ¡hala!, «Feliz Año Nuevo a todos. (Mari Angeles y Juan, que habrán quedado a oscuras en cuanto empieza a hablar Miguel, se van alejando con naturalidad hacia el garaje. Miguel sigue fuera de la plataforma, aislado de los otros, y habla mirando al público como hiciera Mari Angeles en el primer acto.) MIGUEL.- Cuando entré me temblaban las piernas, y te