don Plutarquete y cayeron aquéllos exangües a mis pies. ¿Estaría escrito que sufriera yo antes de morir algún vejamen? Sentí un pinchazo en la nalga izquierda. No el pinchazo de una navaja, sino el de una aguja. Me invadió una invencible sensación de sueño y bienestar. Oí dentro del cráneo el arrullo de las olas y perdí el conocimiento. De buena fe creí estar muerto y haber ido a dar con mi esqueleto, todavía rebozado de materia orgánica, a un
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INVADIR - Ocupar un lugar (especialmente, como acción de guerra y/o causando perjuicio)