y en la mía, no estemos de lo más dispuestas a aceptar todas las instancias. Yo por amor, desgraciadamente, me puedo dar tan poco que el resto de mi tiempo se lo lleva el correr por los mismos peligros de pescar lo que tú has pescado: un auténtico rabo de zorra. Yo creí que eso se decía sólo en sentido figurado. Y ya ves, parece que se dan casos. Ah, qué espanto. Si en religión no quieres entrar porque