Tú no eras como los demás. Eras brutal y galante como no lo es una persona de tu condición. VILLIER.- .- Pues siento mucho que no te parezca de mi condición. ZOÉ.- Yo no he querido ofenderte, mi honrado Villier. VILLIER.- .- ¿Honrado yo? ¿Por qué lloras? ZOÉ.- ¿Por qué se hunde todo en el fango? Por muy bajo que tú te sientas, yo sé que no