la puerta se muestra una figura humilde y envejecida que es Blanche.)) ELIN.- ¡Por Dios! ¡Blanche...! ¿Qué es esa sombra que llevas detrás? Deliro, deliro todavía, nada me ha podido curar. Oh, qué desgraciados hemos sido los tres. ((Mostrando los papeles.)) ¿Ves? Mira, Blanche, ¿lo ves? Escribo incesantemente de nosotros, de ti. Escribo esta loca historia de nuestras vidas,