Papilla!, ja, ja, ja, ¡papilla! (Vuelven a hacer que caminan, mimando la marcha. Los árboles, como anteriormente, se ponen en movimiento dando la misma impresión: la de que los que se mueven son Maristel y El Coca. Se hace un oscuro. Al iluminarse de nuevo la escena, vemos a Maristel sentada y apoyando la espalda en el último árbol. Tiene las manos atadas al cuerpo y una mordaza. Vemos algunas rocas