. Este, a pesar del golpe que se da, no se despierta. Leoncio, en éxtasis, exclama:) ¿Qué quieres de tu esclavo? (Señalando la media luna.) ¡Pideme esta media luna y juro que te la bajo entera! GATINA.- No, no es eso lo que quiero. ¡Os quiero a vos! LEONCIO.- (Incrédulo.) ¿Cómo? GATINA.- ¡Que os quiero a vos! LEONCIO