! ¿Y para qué quiero yo que os dejéis serrar los dientes? LEONCIO.- ¿Para qué? GATINA.- Para que cuando vuestros labios me besen no me destrocen ellos. ¡Soy tan delicada, esposo! ¿Dudáis aún? ¿No es esto amor? ¿No me mueve el deseo de vivir muchos, muchísimos años a tu lado, León? (Hábil, ha pasado al tuteo.) LEONCIO.- (Después de un instante de duda