se opuso, si bien esta vez sin éxito, a la de Lorena. Y, sin embargo, tanto esto como lo de Austria no respondía sino a la circunspección y la prudencia propias de lo que él fue el primero en denominar y en aplicar como Realpolitik. ¿Cuál es el mérito de la Realpolitik sobre el militari desatado, sobre la pura soberbia de la fuerza, sino aquel punto de sagacidad y de autocontención que no conduce, al fin, más que a