teme a llamar a mi puerta hasta el día de hoy he perdido las esperanzas en el futuro: soy disciplinada y voluntariosa, no tengo un pelo de tonta y cuando me arreglo un poco no estoy de mal ver. Es cierto que cometí un error al aceptar la propuesta de Toribio y todo parece indicar que me he metido en un berenjenal a cambio de nada. Estoy necesitada de dinero y me dejé vencer por la promesa de un golpe fácil. Pero sea como