ADELA.- Sí, anoche. Lo estuve hojeando. Hay una foto que me impresionó. Dejame buscarla... (A través del ventanal entran Ernesto, Ramón y Javier. Los tres ataviados con chandal. Los tres fatigados, pero risueños y satisfechos.) RAMON.- ¡Ha sido demasiado! ¡Dos horas sin parar! ERNESTO.- ¡Estáis anquilosados, muchachos! JAVIER.- Temo que sí. ERNESTO.- Fijaros en mí... JAVIER