refiero a la gran equivocación, que lo fue, sino a otras más pequeñas que te disgustaban y que te obligaron a prescindir de mí. EDUARDO.- Nadie prescindió de ti. Tú te marchaste de casa, primero para estudiar algo que nunca acabarías y luego para casarte. ADELA.- Cierto. Mi primer matrimonio fue un salvavidas para intentar mantenerme a flote. Me hundí más. Desde los diez años, nunca escuché una palabra tuya de aliento,
CIN:059.28
ESTUDIAR.1 - Ejercitar la inteligencia para aprender o comprender [algo]