mucho cuidado. A un amigo mío en Marruecos le pillaron mangando una manzana y le querían cortar la mano. Es la pena para los ladrones. ELENA.- ¿Todavía? CHUSA.- Fijate. El tío nerviosísimo, figurate, y todos sus colegas igual, porque es que veían que se la cortaban. El tiraba para atrás, pero nada, ellos, cabezones, que se la cortaban. Fijate, montando una allí que te cagas. Robas