(Mira por el ojo de buey.) Begoña, tu querido... Miña filliña, vamos a ser sinceras. (Sale BEGOÑA. Luego se oirán unos ruidos en su cuarto.) PALOMA.- Siempre llega cuando se está entusiasmando la desventurada. MONTSERRAT.- Será el impuesto revolucionario. CARMIÑA.- ¿Cada cuarto de hora? Eso no es un impuesto: es un reló de cuco. ROCIO.- (Que se sienta de pronto en el sitio en