ROCIO.- Sí, dame, que quiero emborracharme. Pá orvidá. (Toma la copa.) Ay, pécora. Esta copa es donde yo tenía mi plantación de aguacates, que estaba ya brotada. CARMIÑA.- Perdona, pero le tiré la pipa a un guardia que pasó por la puerta. Le di en la gorra y ni me miró. ROCIO.- (En su segunda copa.) Qué desperdicio. CARMIÑA.- ¿Tú has